El ganadero Juan Guillermo Villegas, amigo del expresidente Álvaro Uribe, testificará a su favor en el caso por manipulación y soborno de testigos, donde tuvo un rol clave intentando cambiar la versión del exparamilitar Juan Guillermo Monsalve. Villegas y su hermano Luis Alberto tienen una historia relacionada con la mafia y el paramilitarismo en Antioquia. RAYA revela fotografías, documentos y audios.
Unidad Investigativa Revista RAYA
Al borde de la carretera que conduce de Medellín a Puerto Berrío, entre los municipios de Maceo y San Roque, se levanta el gran cobertizo de una reconocida subasta ganadera en el corregimiento de San José del Nus. Este pequeño paraje rural ha sido, desde hace cuatro décadas, el centro de operaciones de Juan Guillermo Villegas Uribe, ganadero y político antioqueño, exdiputado y excandidato a la Cámara, íntimo amigo de Álvaro Uribe Vélez. Juan Guillermo, a su vez, es hermano de Luis Alberto Villegas Uribe alias “Tubo”, señalado narcotraficante y colaborador de los paramilitares, ejecutado por el Bloque Central Bolívar de las Autodefensas en 2004 en una venganza mafiosa al interior de esa organización criminal.
Juan Guillermo Villegas se hizo conocido ante la opinión pública por una llamada con Álvaro Uribe interceptada en 2015. En esa comunicación, el expresidente le advirtió que las autoridades los estaban investigando a ambos, con una frase que se ha vuelto célebre: “esta llamada la están oyendo esos hijueputas”, dijo refiriéndose a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
Extracto de Señal Investigativa. Programa completo: https://www.youtube.com/watch?v=s6PVE8NvIWA
Aunque Juan Guillermo Villegas ha sabido mantenerse en la sombra y lejos de los reflectores, a tal punto que la única fotografía suya conocida era una imagen en blanco y negro de mediados de los años noventa, cuando era diputado por el oficialismo liberal en la Asamblea Departamental de Antioquia, RAYA investigó y encontró sus negocios actuales, que incluyen una compañía minera y la Subasta Ganadera del Nus (SUGANÚS), una de las más importantes del Nordeste de Antioquia.
Ambas empresas figuran a nombre de sus hijas, su hijo y su esposa, pero ante la Cámara de Comercio de Medellín están registradas con el teléfono personal de Villegas, el mismo que la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía interceptaron en diferentes investigaciones sobre paramilitarismo en Antioquia. RAYA revela fotos y vídeos actuales de Villegas, que demuestran su poder de penetración con altos mandos de la Fuerza Pública, así como los vínculos políticos de su entorno familiar.
De izquierda a derecha: Juan Guillermo Villegas en la única foto suya que se conocía hasta ahora. En el centro, inaugurando la Subasta Ganadera del Nus en 2004, cuando los paramilitares aún controlaban la región. A la derecha, celebrando su cumpleaños en las instalaciones de la subasta en 2018.
El ganadero Villegas cumplió un papel crucial en la trama de presunto soborno, fraude a la justicia y manipulación de testigos que, según la Corte Suprema, desplegó Álvaro Uribe con sus abogados para intentar torcer testimonios de exparamilitares a su favor. La Corte demostró que Juan Guillermo Villegas buscó y presionó a los familiares de Juan Guillermo Monsalve para que ayudaran a que aquel cambiara su versión, que incrimina al expresidente como uno de los fundadores del Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia, estructura paramilitar que nació en la Hacienda Guacharacas, de la que Villegas y Uribe fueron propietarios.
En una interceptación telefónica ordenada por la Corte Suprema de Justicia quedó claro que Villegas era el intermediario para convencer a Monsalve de torcer su testimonio: “Alo, eso Presidente, eso está muy bueno, yo me pongo en eso ahora”, le dice el ganadero, quien agrega sin motivo aparente una frase que lo incrimina: “es que nosotros en ningún momento estamos comprando testigos, ni nunca hemos comprado”, a lo que Uribe contesta: “Bueno, entonces mire a ver si ese hombre [Juan Guillermo Monsalve], por lo menos le dé la razón que ese abogado [Diego Cadena] viene en representación mía”.
Villegas contactó a los familiares de Monsalve y también llamó más de diez veces a Óscar Monsalve, padre del exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, el día en que aquel debía declarar ante la Corte Suprema en 2015, buscando que Óscar le ayudara a cambiar el testimonio de su hijo. Óscar Monsalve fue el mayordomo y administrador de la Hacienda Guacharacas; tanto Alvaro Uribe como Juan Guillermo Villegas fueron sus jefes en las décadas del ochenta y noventa.
Detalles de un peritaje técnico, usado como prueba ante la Corte Suprema de Justicia, allí quedó probado que las fotos de Juan Guillermo Monsalve patrullando como paramilitar corresponden a los predios de la Hacienda Guacharacas, propiedad de los hermanos Uribe Vélez.
Meses después, en otra conversación telefónica interceptada, Uribe añadió un comprometedor comentario que permite intuir cómo él junto a Juan Guillermo Villegas realizaban presuntas actividades ilícitas: “Recuerde, recuerde que la vulnerabilidad de nosotros, estos teléfonos, estos teléfonos los tienen interceptados”, le dice el expresidente, a lo que Villegas respondió “¡Ah, pero es que nosotros no hablamos nada malo, Presidente!, ¿qué malo estamos hablando? Nada”.
Álvaro Uribe sostiene una amistad de vieja data con los Villegas, que se remonta a tres generaciones. El mismo ex presidente contó ante la Corte que el abuelo de los Villegas fue amigo de su abuelo. Después conoció al padre, Guillermo Villegas Ceballos, dirigente liberal y negociante. Uribe hizo negocios con los Villegas desde los años ochenta, está probado que él y su familia les vendieron varias fincas ganaderas en el Nordeste de Antioquia, entre ellas la Hacienda Guacharacas, propiedad que exparamilitares han señalado en diferentes expedientes judiciales como base de operaciones del Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia.
El expresidente nunca ha negado su cercanía con Juan Guillermo Villegas. De hecho, RAYA obtuvo una fotografía tomada en su mansión de Rionegro (Antioquia) donde Uribe Vélez posa junto a Vicente, nieto de Juan Guillermo Villegas, durante una visita familiar.
Juan Guillermo Villegas junto a su nieto Vicente en la subasta ganadera. Derecha: Álvaro Uribe posó con él pequeño Vicente para una foto.
RAYA contactó a Juan Guillermo Villegas para conocer su versión sobre todos estos hechos llamando dos veces a la línea telefónica que había sido interceptada por órdenes de la Corte Suprema de Justicia. Ese mismo número es el que figura todavía registrado ante la Cámara del Comercio de Medellín como línea de las empresas de Villegas, que ahora están a nombre de sus hijos y su esposa.
En ambas llamadas Villegas contestó pero luego colgó sin dar espacio a entablar alguna conversación. Al ser contactado por WhatsApp indicó un nuevo número de teléfono para atendernos, que resultó ser el de su hijo Juan Sebastián Villegas, quien contó que su padre lleva más de cuatro meses sin acudir a la finca y a la subasta ganadera en San José del Nus. Agregó que no sería posible hablar con Juan Guillermo Villegas por motivos de salud. Cuando lo consultamos sobre la comparecencia de su padre como testigo clave en el juicio que se surte contra el expresidente Álvaro Uribe, Sebastián Villegas cortó la llamada.
El prontuario de Luis Alberto Villegas, alias “Tubo”
Luis Alberto Villegas alias “Tubo” con su hijo Luis Alejandro Villegas, actual alcalde de San Roque por el uribismo
Aunque es conocida la relación de amistad y negocios entre Uribe y Juan Guillermo Villegas, el expresidente ha sido cauto al guardar distancia de su hermano Luis Alberto Villegas en las versiones que ha rendido ante la Corte Suprema de Justicia, asegurando que lo conoció pero no tuvo ningún trato con él. Aquella postura se entiende por el pasado de Luis Alberto, enredado en múltiples escándalos judiciales y vinculado con la mafia, según el testimonio de un curtido jefe paramilitar.
Sin embargo, es falso que Luis Alberto Villegas no haya tenido relación con Álvaro Uribe, pues aquel le vendió, a Villegas, dos haciendas en el Nordeste de Antioquia y ambos fueron propietarios de la Hacienda Guacharacas, base de operaciones del Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia.
Detalle de la escritura de venta de la hacienda La Manada, un negocio entre los hermanos Uribe Vélez y el señalado paramilitar Luis Alberto Villegas Uribe alias “Tubo”. Abajo: escritura de venta de la finca El Desquite, transferida por Santiago Uribe Vélez a Gloria Elena Cano, esposa de Luis Alberto Villegas Uribe.
Luis Alberto Villegas fue señalado como uno de los fundadores del Bloque Metro de las Autodefensas en el Nordeste de Antioquia, por ello estuvo privado de la libertad a finales de los años noventa, aunque fue absuelto por un juzgado de Medellín. Documentos judiciales producto de los allanamientos del famoso Parqueadero Padilla, donde se encontró la contabilidad de las Autodefensas lideradas por Carlos Castaño, demuestran que Villegas mantenía estrecho contacto con Jacinto Alberto Soto alias “Lucas”, el financiero de los paramilitares. Así lo prueban los mensajes de beeper entre Luis Alberto Villegas y alias “Lucas”, en los que se refieren a una reunión con el entonces gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe Vélez.
Jacinto Soto alias “Lucas”, el financiero de los paramilitares, mantenía comunicación con Luis Alberto Villegas. En algunos mensajes hablaban de el gobernador, quien sería Álvaro Uribe Vélez
Las autoridades interceptaron varias líneas telefónicas relacionadas con Luis Alberto Villegas, entre ellas la del establecimiento comercial de Lácteos El Paisa, en el barrio Laureles de Medellín, un negocio que estuvo desde los años ochenta a nombre de su padre Guillermo Villegas Ceballos. Este negocio fue vendido en 1998 con una transacción realizada por Lía Uribe, madre de Luis Alberto y Juan Guillermo, cuando Luis Alberto se encontraba privado de la libertad.
Villegas había sido fundador de la Convivir El Cóndor, que operó en San José del Nus. Un arsenal de armas, fusiles y radioteléfonos le fueron incautados a dicha Convivir, que sirvió de fachada a los grupos paramilitares en la región. Álvaro Uribe Vélez era gobernador de Antioquia para esa época y le dio permiso legal de funcionamiento a la Convivir El Cóndor, a la que también estuvo vinculado el narcotraficante Santiago Gallón Henao, socio de los hermanos Villegas, quien fue condenado por financiar grupos paramilitares.
Juan Guillermo Monsalve, el exparamilitar y testigo estrella que tiene contra las cuerdas al expresidente Uribe, fue escolta de Luis Alberto Villegas y estuvo bajo sus órdenes cuando trabajó en la Hacienda Guacharacas. Según su testimonio, tanto Villegas como Álvaro Uribe tuvieron que ver en la planeación de la masacre de San Roque, en la que paramilitares asesinaron el 13 de julio de 1996 a cuatro personas señaladas de robar ganado de la Hacienda Guacharacas.
Monsalve además señaló a Luis Alberto Villegas de ejecutar el robo sistemático de combustible del poliducto de Ecopetrol a través de una válvula clandestina instalada en la Hacienda Guacharacas, con la que extraían gasolina que era usada por los paramilitares y por el propio Villegas, quien la vendía una estación de servicio ubicada en el corregimiento de San José del Nus. Esto ha sido ratificado por el exparamilitar Pablo Hernán Sierra y otros testimonios de antiguos miembros de las Autodefensas que indicaron que la Hacienda Guacharacas era la base de operaciones del Bloque Metro y del llamado “Cartel de la Gasolina”.
Este era Luis Alberto Villegas alias “Tubo”, señalado narcotraficante y paramilitar, hermano de Juan Guillermo Villegas, socio de Álvaro Uribe Vélez
Luis Alberto Villegas fue asesinado en San José del Nus el 5 de diciembre de 2004 por órdenes de Rodrigo Pérez Alzate alias “Julián Bolivar”, uno de los máximos comandantes del Bloque Central Bolívar de las AUC, según la confesión de aquel jefe paramilitar ante los tribunales de Justicia y Paz. En la sentencia que juzgó los crímenes de Julián Bolívar quedó esclarecido que Luis Alberto Villegas montó un laboratorio de cocaína en Puerto Berrío (Antioquia) en sociedad con dos comandantes del Bloque Metro: alias “Jota” y alias “Panadero”, lo que le causó problemas con los máximos jefes de las Autodefensas, entre ellos Carlos Castaño.
Jota y panadero eran los mismos comandantes del Bloque Metro que robaban gasolina en la Hacienda Guacharacas y la Fiscalía los ubicó en la cúpula del organigrama del Bloque Metro de las Autodefensas, subordinados a Carlos Mauricio García alias “Doble Cero”, máximo jefe de esa estructura criminal.
Alias Jota y Panadero, cabecillas del Bloque Metro, fueron socios de Luis Alberto Villegas en el montaje de un laboratorio de cocaína
El testimonio de Julián Bolívar aportó más datos sobre el rol criminal de Villegas con los paramilitares, pues Bolívar aseguró que Villegas fue informante y financiador de las estructuras al margen de la ley, además de ser la cabeza del llamado “Cartel de la Gasolina”, que robaba combustible del oleoducto de Ecopetrol que atravesaba por la zona. De hecho, Luis Alberto Villegas era propietario de una gasolinera en San José del Nus en donde comercializaba la gasolina robada. En esa misma gasolinera los paramilitares lo ubicaron para asesinarlo.
Julián Bolívar ordenó la muerte de Luis Alberto Villegas cuando éste inculpó ante las autoridades a las Autodefensas por el robo de combustible para evadir su propia responsabilidad. Según Bolívar y otra docena de testimonios de exparamilitares, era él quien realizaba los hurtos al oleoducto de Ecopetrol que cruzaba por la finca Guacharacas a través de válvulas clandestinas. Por esto se lo conoció en los grupos paramilitares con el alias de “Tubo”.
“Para agravar la situación, el señor Villegas denunció ante las autoridades como responsables del hurto de combustible a los miembros de las Autodefensas”, aseguró Julián Bolívar a los tribunales de Justicia y Paz en 2011. “Ante esa situación y cerciorarme del asunto, ordené su ejecución”, concluyó el jefe paramilitar.
Si bien Uribe ha intentado que no se lo relacione con alias “Tubo”, siempre ha respaldado en público a su hijo Luis Alejandro Villegas, quien heredó el caudal político de su tío Juan Guillermo y su abuelo Guillermo, pues ha ocupado múltiples cargos oficiales en pueblos del Nordeste, siendo concejal y alcalde del municipio de San Roque, cargo que ejerce en la actualidad con aval del Centro Democrático.