Por: Óscar Montero De La Rosa
Hoy les quiero hablar de Argelia, no de Argelia del norte de África, sino de Argelia del sur del Cauca. Un lugar rodeado de valles y montañas que en sus entrañas alberga a gente campesina y afro descendiente. Gente de campo, gente de montaña que en medio del conflicto sueña con un Argelia en Paz.
Comunicaciones UBPD, Misión de Búsqueda de Personadas dadas por Desaparecidas en el Municipio de Argelia, Cauca, 2024.
Quizás estos dos lugares tengan en común su herencia africana, esa herencia ancestral que busca en ambos territorios, por muy lejanos que estén, lo que Benkos Biohó quiso para todos: la libertad, la independencia y la paz.
Argelia, es un municipio en el sur del departamento del Cauca, al que desde Popayán, la capital del departamento, se llega en cuatro horas en carro. Un lugar que históricamente ha sido epicentro de muchas situaciones de violencia, en gran medida debido al olvido del Estado, a la falta de oportunidades para la gente y a muchas de las dinámicas desarrolladas alrededor de los cultivos de hoja de coca.
Un lugar que no requiere de más militarización y mucho menos de más confrontación armada. Un territorio donde, el pasado 26 de julio, en la ciudad de Popayán, sobre la vía panamericana, la gente decía NO MÁS. Y no más porque no aguantan más derramamiento de sangre de los suyos y mucho menos el del presente y futuro del país como es la niñez.
Dilan, un niño de 10 años de edad, quien encarnaba el sueño, la esperanza y tranquilidad de este país, murió jugando y sonriendo en medio de una explosión en el polideportivo del corregimiento de El Plateado.
Allá mismo, en ese territorio muy cerca, en medio del dolor que deja la mala muerte, una de las entidades del Estado colombiano, creada en el marco del Acuerdo Final de Paz, en una misión humanitaria recuperó el cuerpo de una persona dada por desaparecida. Así lo dio a conocer la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas UBPD.
Comunicaciones UBPD, Exhumación de Cuerpo de Persona dada por Desaparecida con ocasión del Conflicto Armado en el Municipio de Argelia, Cauca, 2024.
Un lugar impensable, un lugar “complejo”, pero un lugar donde, con el diálogo claro y humanitario, es posible creer en La Paz. Es posible recuperar a muchos desaparecidos que en medio del conflicto fueron enterrados en los valles, en las laderas, en las montañas y hasta sumergidos en los ríos. Allí, en ese territorio, ha nacido la esperanza, una esperanza donde se cierran ciclos de dolor y se renuevan pensamientos de verdad, de sanción y de reconciliación. Porque la paz no es solamente dejar las armas; la paz es poder encontrar a todas las personas que han sido desaparecidas en el país, a todas sin ninguna distinción.
Hoy es necesario y urgente insistir en una salida dialogada al conflicto. Hay que insistir y tener la grandeza y disposición para lograrlo porque Argelia merece la paz, porque entre el dolor por Dilan y la esperanza por la persona dada por desaparecida hace 12 años, es claro un llamado al cese al fuego, a los diálogos y a que este territorio, como muchos más en el suroccidente de Colombia, tenga la oportunidad de poder dormir y despertar sin el sonido de los fusiles.
Necesitamos territorios libres de violencia para que niños como Dilan tengan la oportunidad de seguir sonriendo y jugando, para que los cuerpos de los desaparecidos puedan ser encontrados, recuperados y entregados dignamente a sus familias, para que el territorio sea saneado y no estar más contaminados con minas y municiones sin explotar.
A todos los actores, el llamado desde el corazón es ser grandes para la paz. Es un deber moral por los que se fueron, los que estamos y los que vienen.
¡Necesitamos territorios como Argelia con más esperanzas y menos dolor! Y no solo en el Cauca, sino en todas las Argelias del mundo: Una paz total para seguir viviendo.